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hipócrita que Cordelia necesitó unos momentos para descifrar que con la expresión
«protector personal» Vordarian estaba anunciando un compromiso de matrimonio. Su
mano se cerró sobre la de Kareen, aunque continuó mirando a la cámara. Ella alzó la
mano para recibir un anillo, sin alterar su expresión serena. El vídeo terminaba con una
música solemne. Fin. Afortunadamente les habían ahorrado cualquier comentario
postmórtem; por lo visto, nadie preguntaba nada a los barrayareses de la calle hasta que
los disturbios se hacían tan ruidosos que nadie se atrevía a ignorarlos.
¿Cómo analizarías la reacción de Kareen? le preguntó Aral a Cordelia.
Ella alzó las cejas.
¿Qué reacción? ¿Cómo analizarla? ¡No dijo ni una palabra!
Precisamente. ¿Te pareció que estaba drogada? ¿O bajo coacción? ¿Contaba con
su consentimiento? ¿Han logrado engañarla cor la propaganda de Vordarian o qué?
Frustrado, Vorkosigan observó la pantalla vacía . Kareen siempre ha sido reservada,
pero ésta ha sido la actuación más impenetrable que jamás haya visto.
Páselo otra vez, Kou dijo Cordelia. Hizo que se detuviera en las mejores tomas de
Kareen. Estudió su rostro con la imagen congelada, apenas menos animado que cuando
estaba en movimiento . No parece aturdida ni bajo el efecto de un sedante. Y no mira a
un lado como el Portavoz.
¿Nadie la amenaza con un arma? preguntó Vortala.
O tal vez simplemente no le importe sugirió Cordelia.
¿Consentimiento o compulsión? repitió Vorkosigan.
Tal vez ninguna de las dos cosas. Se ha enfrentado a esta clase de disparates
durante toda su vida adulta... ¿qué esperáis de ella? Sobrevivió a tres años de matrimonio
con Serg, antes de que Ezar la amparara. Tuvo que ser una verdadera experta en saber
qué cosas debía callar y cuándo hacerlo.
Pero someterse públicamente a Vordarian... si lo considera responsable por la
muerte de Gregor...
Sí, ¿qué cree ella? Si realmente piensa que su hijo está muerto (aunque no crea que
tú lo hayas matado), entonces sólo queda velar por su propia supervivencia. ¿Para qué
arriesgarla por una futilidad dramática, si eso no ayudaría a Gregor? ¿Qué te debe ella a
ti, a todos nosotros en realidad? Por lo que ella sabe, le hemos fallado.
Vorkosigan esbozó una mueca de disgusto. Cordelia continuó.
Vordarian ha estado controlando su acceso a la información, sin duda. Hasta puede
haberla convencido de que está triunfando. Ella es una superviviente; hasta el momento
ha logrado sobrevivir a Serg y a Ezar. Tal vez se proponga sobreviviros a ti y a Vordarian
también. Quizá crea que su única venganza sea vivir lo suficiente para escupir sobre las
tumbas de todos vosotros.
Uno de los oficiales de estado murmuró:
Pero es una Vor. Su obligación era oponerse a él.
Cordelia lo favoreció con una sonrisa radiante.
Oh, pero nunca se sabe lo que piensa una mujer barrayaresa por lo que dice delante
de los hombres. Aquí la sinceridad no es particularmente apreciada, ¿sabe?
El hombre le dirigió una mirada inquieta. Drou esbozó una sonrisa amarga. Vorkosigan
emitió una risita. Koudelka parpadeó.
Entonces, Vordarian se ha cansado de esperar y se designa regente a sí mismo
murmuró Vortala.
Y Primer Ministro señaló Vorkosigan.
Está ansioso.
¿Por qué no ha tratado de conseguir directamente el imperio? preguntó el oficial.
Está tanteando el terreno le respondió Kanzian.
Figura más adelante en el guión opinó Vortala.
O tal vez antes, si lo forzamos un poco sugirió Kanzian . El último paso fatal.
Debemos considerar la posibilidad de empujarlo un poco.
No podremos esperar mucho más dijo Vorkosigan con firmeza.
El rostro espectral de Kareen permaneció fijo en la mente de Cordelia todo ese día, y
regresó cuando despertó a la mañana siguiente. ¿Qué pensaba Kareen? ¿Qué sentía, en
realidad? Tal vez estaba aturdida, tal como sugería la evidencia. Tal vez esperaba una
oportunidad. Tal vez se había entregado a Vordarian.
Si supiera en qué creía, sabría lo que está haciendo. Si supiera qué estaba, haciendo,
sabría en qué cree. Demasiadas incógnitas en esta ecuación. Si yo fuera Kareen... ¿Ésta
sería una analogía válida? ¿Cordelia podía comparar su razonamiento con el de otra
persona? ¿Podía hacerlo alguien? Ella y la princesa se parecían en algunas cosas:
ambas eran mujeres de edades similares, madres de hijos en peligro... Cordelia cogió el
zapato de Gregor que estaba entre sus escasas pertenencias montañesas y empezó a
darle vueltas. Mamá tiró para que fuese con ella, y entonces fue cuando perdí mi zapato.
Ella se lo quedó en la mano. Tendría que haberlo atado más fuerte... Tal vez debiese
confiar en su propio criterio. Tal vez supiese exactamente lo que pensaba Kareen.
Cuando la consola zumbó, cerca de la hora en que lo había hecho el día anterior,
Cordelia corrió a responder. ¿Un nuevo mensaje de la capital, una nueva evidencia, algo
para quebrar ese círculo irracional? Pero el rostro que se materializó en la pantalla no fue
el de Koudelka, sino el de un desconocido, con una insignia de Inteligencia en el cuello.
¿Señora Vorkosigan? comenzó con deferencia.
¿Sí?
Soy el mayor Sircoj, oficial de servicio en la entrada principal. Mi tarea es examinar a
cada persona nueva que llega, hombres que han abandonado unidades traidoras para
unirse a nosotros, y registrar cualquier nueva información que hayan traído. Hace media
hora apareció un hombre que afirma haber escapado de la capital, pero se niega a
someterse a un interrogatorio voluntario. Hemos confirmado su afirmación de que ha sido
condicionado para rechazar el pentotal... si tratamos de inyectarlo, lo mataremos. Él
insiste en hablar con usted. Podría ser un asesino.
El corazón de Cordelia comenzó a latir con fuerza.
Se inclinó hacia el holovídeo como si hubiese podido meterse en él.
¿Trae algo consigo? preguntó con agitación . ¿Algo como una caja de medio
metro de altura, con muchas luces parpadeantes? ¿Algo misterioso capaz de poner
nervioso a cualquier guardia? ¡Su nombre, mayor!
Solamente trae las ropas que lleva puestas. No se encuentra en muy buena forma.
Se llama Vaagen. Capitán Vaagen.
Iré ahora mismo.
¡No, señora! El hombre prácticamente delira. Podría ser peligroso. No puedo permitir
que...
Ella lo dejó hablando en una habitación vacía. Droushnakovi tuvo que correr para
alcanzarla. Cordelia llegó a las oficinas de seguridad en la entrada principal en menos de
siete minutos, y se detuvo en el pasillo para recuperar el aliento. Para recuperar el alma,
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