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sera mejor que lo hicieran-. Si nos disparan se llevarn por delante la mitad de la estación.
Dioses! -accionó el mando de comunicación general-. Agarraos. Vamos a ir de prisa.
Esta vez todo pareció enloquecer. Un cuaderno de notas cruzó el puente como un rayo
y aterrizó en algn lugar ms adelante, a centmetros de los controles. Hilfy lanzó un bufido
y por el intercomunicador llegó un abundante surtido de maldiciones. La Orgullo no haba
sido construida para tales maniobras y menos aun para las que vinieron a continuación, un
golpe seco que frenó de repente todo el impulso direccional que llevaban y, haciendo bajar
bruscamente el morro de la nave, les colocó casi al instante en el nadir de la estación (el
cuaderno voló rpidamente hacia su punto original), seguido por un acelerón que trajo
consigo otro vuelo de pginas aleteantes.
-Bastardos sin madre -dijo Pyanfar, manipulando los controles que conectaban la
tórrela al monitor de tal modo que sta girara automticamente apuntando a cualquier
objeto de cierto tamao que entrara en su campo visual-. Ahora, que asomen las narices por
aqu... -Le dolan las articulaciones. En el cuadro de mandos sonaban multitud de alarmas y
un sinfn de luces parpadeaba, indicando que bastantes mercancas se haban soltado de sus
amarras. Se pasó la lengua por tos dientes y arrugó la nariz, preguntndose qu cuadrante
del monitor deba vigilar. Luego puso a la Orgullo en una lenta rotación axial, corriendo el
riesgo de esperar que los kif no aparecieran bajo la estación en un lugar tan obvio como
se, inmediatamente contiguo a su ltima posición conocida-. Vigila el monitor -le dijo a
Hilfy, concentrndose mientras tanto por unos segundos en el tablero de operaciones para
asegurarse de que todo iba bien-, Haral, sube aqu.
-Ta! -dijo Hilfy. Pyanfar giró velozmente y vio en la pantalla un poco de polvo
luminoso: la esttica cubra la parte superior de la imagen. El control automtico de disparo
que haba dispuesto era capaz, teóricamente, de reaccionar ante seales an ms ligeras
pero nada haba ocurrido. El ascensor al otro lado del pasillo se detuvo con un golpe y
luego empezó a zumbar. Haral no haba acusado recibo de su orden, pero ya vena.
-Dispararemos contra cualquier cosa que parezca sólida -dijo Pyanfar-. Sigue
vigilando esa nube de esttica, sobrina. Y ten cuidado, podra ser simplemente una
estratagema. No me fo de nada.
-S -dijo Hilfy con voz tranquila, para aadir un instante despus-: Mira!
-Ms esttica -dijo Pyanfar, identificando las lneas luminosas, con el corazón an
helado por el grito de Hilfy-.S precisa en cuanto al cuadrante, basta con el nmero.
Pies corriendo en el pasillo. Haral entró en la sala de mandos. Hilfy cedió su lugar
ante los monitores y Haral se instaló en el tercer asiento, ajustndose las correas de
sujeción.
-No haba planeado moverme tanto -dijo Pyanfar, sin apartar nunca los ojos de la
pantalla-, Alguna herida?
-No -dijo Haral-, todo bien.
-Por aqu se lo estn pensando -dijo Pyanfar.
-Ta! 4/2!
La torreta estaba girando y el detector enfocaba la pantalla nmero cuatro. Una oleada
de energa por encima de la estación: ms esttica y luego materia sólida.
-Capitana, le han dado a la estación -Haral, con voz incrdula-. Han disparado.
-La Viajera de Handur... -Pyanfar haba trazado el origen en el toroide de la estación
y la relación estaba clara-, Oh, dioses... -Conectó el repulsor y envió la nave rpidamente
hacia el ncleo de sombra de la estación, inclinando el morro con un segundo impulso y
luego cortando el motor principal, con lo que la hizo salir despedida del nadir de la
estación, el morro hacia el infinito. Pyanfar quitó la tapa roja de un control y lo accionó. La
Orgullo osciló, sacudida por una explosión.
-Qu fue eso? -dijo Hilfy-. Nos han dado?
-Acabo de soltar la carga -Pyanfar tragó aire y sus fosas nasales se ensancharon. Sus
garras aparecan y desaparecan, hundindose en los brazos del asiento. La gravedad les
estaba haciendo pasar un mal rato: la Orgullo de Chanur iba lanzada a toda velocidad, con
su relación masa/impulso bruscamente alterada, lista para huir-. Haral, danos un rumbo.
-En marcha -dijo Haral, mientras las cifras empezaban a brotar en la pantalla del
ordenador a la izquierda de Pyanfar.
-Tendremos que encontrar un sitio tranquilo.
-Urtur est a un solo salto de distancia -dijo Haral-, yendo tan ligeras como ahora.
Puede...
-Tendr que estarlo. Ms all de Punto de Encuentro, en la otra dirección, se
encontraba el espacio stsho, con muy pocos puntos de salto para ayudarles, siendo una zona
en la que escaseaba ese tipo de masas mediante las cuales avanzaba la Orgullo y cualquiera
otra nave de salto. Y el resto eran zonas kif o knnn, y regiones inexploradas en las que no
haban sido localizadas todava las coordenadas de salto. Saltar a ciegas en esos lugares
poda significar el no regresar nunca a un lugar conocido.
Conectó otro tablero haciendo aparecer en l las grficas del salto. Urtur... Estaba en
la dirección por la que haban llegado. Con carga les haban hecho falta dos saltos. Era un
sistema muy grande en el que los mahendo'sat mantenan ciertas manufacturas y
explotaciones mineras, concediendo licencias a otras razas. Quiz pudieran cubrir esa
distancia ahora en un solo salto. Los kif no les seguan... an, pero eso no les era
imprescindible. Podan imaginar sus destinos posibles mediante la masa que haban soltado
y evaluando la lógica de la situación. Oh, hermano mo, pensó, preguntndose cómo podra
enfrentarse algn da a Kohan. La desgracia le afectara sin duda: la carga perdida, el haber
salido huyendo de la estación mientras que una nave hani pereca indefensa en ella. Quiz
Kohan Chanur no fuera capaz de soportarlo y eso poda inducir a otros machos jóvenes
para desafiarle. Y si haba los suficientes desafos y la frecuencia era elevada... [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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